miércoles, 10 de noviembre de 2010

PODRÍAN DAR DESPACHO A FECUNDACIÓN ARTIFICIAL

NOTIVIDA, Año X, Nº 740, 8 de noviembre de 2010
Cámara de Diputados de la Nación
PODRÍAN DAR DESPACHO A FECUNDACIÓN ARTIFICIAL
La Comisión de Salud de la cámara baja podría firmar mañana dictamen sobre los proyectos que intentan regular la fecundación artificial. Esta técnica no debería regularse, debería prohibirse. No hay que “fabricar” seres humanos, es una afrenta a la dignidad de la persona comenzar su existencia como un “producto” de laboratorio. No existe el “derecho al hijo”.
Por Mónica del Río
Nuestra sensibilidad se ve comprensiblemente comprometida frente a la aflicción de esos padres que desean tener un hijo y se encuentran con escollos biológicos que no pueden ser salvados sin interferir directamente en el acto conyugal; pero esa conmoción no puede desplazar la consideración de pautas morales objetivas. No existe “el derecho al hijo” (ni para homosexuales, ni para heterosexuales), sería cosificarlo. La persona es siempre un fin en sí mismo, nunca un medio, ni siquiera el medio para satisfacer el deseo loable de ser padres.
“La substitución del acto conyugal con un procedimiento técnico -además de no estar en conformidad con el respeto debido a la procreación, que no se reduce a la dimensión reproductiva- contribuye a debilitar la conciencia del respeto que se le debe a cada ser humano” (Dignitas personae, Nº 16). Ese respeto por la persona humana es incondicional y no lo merma la circunstancia en que ha sido concebido. Por eso hay legisladores que, con notorias buenas intenciones, intentan limitar el abanico de aberraciones que abre la substitución del acto conyugal por un procedimiento técnico (selección y descarte de embriones, crioconservación, reducción embrionaria en embarazos múltiples, etc.). Aún así no alcanza porque no debería existir un marco legal para la fecundación artificial, lo que es moralmente ilícito no necesita leyes que lo morigeren. La legislación debería prohibir la “fabricación” de seres humanos.
Procrear no es sólo reproducirse, engendrar es mucho más que aportar gametos.
Los proyectos
0190-D-09 de Alicia Comelli (MPN).
Modificaciones al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable -ley 25673- para garantizar a toda la población el acceso a la fertilización humana asistida. (Reproduce el 5616-D-07).
680 –D-09  de Silvia Augsburger (PS, Sta.Fe), Delia Bisutti (SI, Cap.Fed.), Laura Sesma (PS, Cba.), Mónica Fein (PS, Sta.Fe), Fabián Peralta (GEN, Sta.Fe) y Silvia Storni (UCR, Cba.). Las tres primeras diputadas de mandato cumplido.
Programa de Salud sexual y procreación responsable –Ley 25673-. Modificaciones para garantizar el acceso a la Reproducción Humana Asistida.
3056-D-09 de Daniel Kroneberger (UCR, La Pampa). Diputado de mandato cumplido.
Infertilidad y técnicas de fertilización asistida. Se incluye su tratamiento y diagnóstico en el Programa Médico Obligatorio –PMO-.
0492-D-10 de Silvia Majdalani (PRO).
Incorporar al Programa Médico Obligatorio –PMO- la infertilidad como enfermedad.
2106-D-10 de Gerónimo Vargas Aignasse (FpV, Tucumán).
Fertilización asistida. Inclusión de su tratamiento dentro del Plan Médico Obligatorio –PMO-.
2459-D-10 de Miguel Bonasso (Diálogo por BsAs, Cap. Fed.), Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur, Cap. Fed.), Alcira Argumedo (Proyecto Sur, Cap. Fed.), Verónica Benas (SI, Sta.Fe) y Claudia Gil Lozano (CC, Cap.Fed.).
Reproducción Humana Asistida. Régimen de accesibilidad y regulación de las técnicas.
2663-D-10 de Ivana Bianchi (Peronismo Federal, San Luis).
Fertilización Humana Asistida. Régimen.
3953-D-10 de Nancy González (FpV, Chubut), Adela Segarra (FpV, BsAs), Oscar Currilen (Peronista, Chubut), Rosa Chiquichano (FpV, Chubut), Blanca Blanco de Peralta (FpV, Sta.Cruz), Manuel Morejón (Peronista, Chubut), Gloria Bidegain (FpV, BsAs), Rosana Bertone (FpV, T.del Fuego), Juan Manuel Irrazábal (FpV, Misiones), Beatriz Korenfeld (FpV, Sta.Cruz) y Juan País (FpV, Chubut).
Prevención y tratamiento de la infertilidad. Régimen.
4423-D-10 de Silvana Giudici (UCR, Cap.Fed.), Silvia Storni (UCR, Cba.), Agustín Portela (UCR, Corrientes) y Juan Tunessi (UCR, Buenos Aires).
Régimen de Reproducción Humana Asistida y de Crioconservación.
5056-D-10 de Silvia Majdalani (PRO).
Técnicas de reproducción humana asistida. Régimen.
5854 –D-10 de Ma. Laura Leguizamón (FpV, BsAs).
Reconoce la infertilidad como enfermedad e incorpora su tratamiento al programa médico obligatorio en el nomenclador de prácticas médicas y en el nomenclador farmacológico. Incluye la fertilización asistida entre los tratamientos.

NOTIVIDA, Año X, Nº 741, 9 de noviembre de 2010
La Plata, Argentina
UN SER HUMANO NO ES UN OBJETO INDUSTRIAL
En su reflexión semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, reflexionó sobre las técnicas de fecundación artificial a raíz de la entrega del Premio Nobel de Medicina al médico que logró el primer nacimiento de un ser humano mediante la técnica de la fecundación in vitro. “Técnica que se ha difundido notablemente en todo el mundo y también, aunque no hay una regulación legal, en la Argentina” (Vid Notivida 740).
“El laboratorio, afirmó el prelado, no es el ámbito adecuado para el nacimiento de un ser humano. No es adecuado a la dignidad de la persona humana … pareciera que por medio de manipulación de gametos, como si tratara de un objeto industrial, se puede fabricar un ser humano”.
Tras destacar “que aun nacido en esas circunstancias, el embrión humano es un ser personal” y describir los abusos a los que la técnica da lugar (selección, descarte, congelamiento de embriones) concluyó que “la técnica de la fecundación in vitro consiste en jugar con la vida y con la muerte de miles y miles de personas humanas” y la signó como “un nuevo holocausto, que se añade al ya conocido del aborto”.
A continuación el texto completo de la alocución televisiva:
“Mis amigos televidentes hoy quiero comentarles algo acerca del Premio Nobel de Medicina, que se adjudicó este año al Dr. Robert Edwards. Llamó la atención que se lo premiara, después de más de 30 años, por haber logrado el primer nacimiento de un ser humano mediante la técnica de la fecundación in vitro”.
“Este reconocimiento tardío pone de nuevo sobre el tapete el juicio que hay que hacer acerca de esta técnica que se ha difundido notablemente en todo el mundo y también, aunque no hay una regulación legal, en la Argentina”.
“En primer lugar habría que recordar que el laboratorio no es el ámbito adecuado para el nacimiento de un ser humano. No es adecuado a la dignidad de la persona humana que, como enseña el Concilio Vaticano II, es el único ser en el cosmos visible que ha sido querido por sí mismo como imagen y semejanza de Dios”.
“Entonces, en la técnica que ha sido objeto de tan alto reconocimiento se da una ambigüedad fundamental: pareciera que por medio de manipulación de gametos, como si tratara de un objeto industrial, se puede fabricar un ser humano. No es eso lo que corresponde a la dignidad del nacimiento de la persona”.
“Hay que decir que aun nacido en esas circunstancias, el embrión humano es un ser personal. Esto es una verdad científica y a la vez una verdad jurídica porque en la actualidad se acepta, con toda razón, el estatuto jurídico del embrión humano. Quiero decir con esto que desde el inicio, desde el instante de la concepción, cuando se unen los dos gametos, allí aparece un ser nuevo caracterizado por un ADN que lo identifica hasta la muerte y a lo largo de todo su desarrollo vital, cualquiera sea éste”.
“Por medio de la fecundación in vitro el científico, el técnico podríamos decir, se hace dueño de la vida y de la muerte. Es bien sabido que para lograr un nacimiento se desperdician una cantidad notable de embriones y, por otra parte, es muy común la selección. Se eligen aquellos que están en mejores condiciones, aquellos de los cuales se puede preveer que no van a tener ninguna deficiencia; los demás son descartados como objetos biológicos inservibles. Ahora bien: se trata de seres humanos, se trata de personas humanas”.
“También es muy común la práctica de la congelación de los embriones que se decide no implantar pero ¿es aceptable que se congele a un ser humano? ¿Está esto de acuerdo con su dignidad?”
“Todo el mundo sabe que hay miles y miles de embriones congelados en todo el mundo, de seres humanos cuya suerte no se sabe cual será y que sufrirán deterioros o morirán a causa de esas condiciones a las cuales se los somete. De paso, hay que señalar el enorme negocio a que da lugar la aplicación del método de fecundación artificial”.
“Este Premio Nobel, entonces, nos obliga a pensar otra vez la importancia de reconocer verdades fundamentales que tienen que ver con la dignidad de la vida humana y con su carácter sagrado, desde el inicio hasta su fin natural. No se puede, a cualquier precio, lograr un nacimiento para satisfacer el respetable deseo de una pareja de tener un hijo. Este deseo tiene que ajustarse a pautas éticas objetivas”.
“La técnica de la fecundación in vitro consiste en jugar con la vida y con la muerte de miles y miles de personas humanas. Podríamos hablar en este caso de un nuevo holocausto, que se añade al ya conocido del aborto”.

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