EL AMOR DE DIOS
A ti te agradó librar mi vidadel hoyo de corrupción.
Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades y echará a lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Jehová, Dios mío, a ti clamé y me sanaste. Jehová, hiciste subir mi alma del seol. Me diste vida, para que no descendiera a la sepultura.
Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor, y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos.
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo.
EN JESUS HAY SALVACION
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco.
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.
Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Destruirá a la muerte para siempre, y enjugará Jehová el Señor las lágrimas de todos los rostros y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Se dirá en aquel día:
«¡He aquí, este es nuestro Dios! Le hemos esperado, y nos salvará. ¡Este es Jehová, a quien hemos esperado! Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación».
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
JESUS VENDRA OTRA VEZ
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo.
El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
Sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.
Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis.
Col.3:4 Jn.11:25 I Jn.5:11,12 I Ts.4:16-18 I Jn.3:2 I Co.15:43 Jn.14:3
Ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas.
Amados, no os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciera.[Al contrario, gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.[La exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: «Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor ni desmayes cuando eres reprendido por él.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados.
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla.
I P 1:6; 4:12,13 Heb.12:5,11; 4:15; 2:18 I Co.10:13
CONTENTO CON LO QUE UNO TIENE La vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes. Lc.12:15 Sal.37:16 Pr.15:16 I Ti.6:6-8 Pe.30:8,9 Mt.6:11,25 Lc.22:35 Heb13:5 JESUS, EL HIJO DE DIOS De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia. Jn 1:16 Mt.17:5 I Jn.3:1 Heb.1:2 Ro.8:17 Jn.10:30,38 Jn.20:17 Jn.17:23 Ef.1:22,23 II Co.7:1 AMO SU PALABRA Que el SEÑOR tu Dios te sea propicio. ESPERO EN EL SEÑOR El Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa. SOMOS LIMPIOS POR SU SANGRE LA JUSTICIA DE DIOS. SERVIR AL SEÑOR CON FERVOR Dios es mi defensa.
Más vale lo poco de un justo que lo mucho de innumerables malvados;
Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias.
Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero sólo si uno está satisfecho con lo que tiene. Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso.
No me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día.
Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: “¿Y quién es el Señor?” Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios.
Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
Luego Jesús dijo a todos:
—Cuando los envié a ustedes sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso les faltó algo?
—Nada —respondieron.
Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.
Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!
.. su Hijo a quien designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo.
Y si somos hijos, somos herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.
El padre y yo somos uno.
El Padre está en mí, y que yo estoy en el Padre.
Mi Padre, es Padre de ustedes; … mi Dios, es Dios de ustedes.
Yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad.
La iglesia… que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para santificación.
¿Con qué me presentaré al SEÑOR y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de El con holocaustos,con becerros de un año?
¿Se agrada el SEÑOR de millares de carneros, de miríadas de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?
El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti,
sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?
Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas;
NO HAY JUSTO, NI AUN UNO; por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.
…para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado.
y habéis sido hechos completos en El.
II S. 24:23 Mic. 6:6-8 Is. 64:6 Ro. 3:10, 23-26 Ef. 1:6 Col. 2:10
La ira del hombre se vuelve tu alabanza; lo que aún queda de la ira se vuelve tu corona.
En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado.
Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia.
Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.
Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana.
Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.
El Dios sempiterno es tu refugio; por siempre te sostiene entre sus brazos. Expulsará de tu presencia al enemigo y te ordenará que lo destruyas.
Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en él.
¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
Pro.3:26 Sal.76:10 Pr.21:1:16:7 Sal.130:5,6;34:4 Dt.33:27 Jer.17:7 Ro.8:31
Uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante le brotó sangre y agua.
Ésta es la sangre del pacto que, con base en estas palabras, el Señor ha hecho con ustedes.
Porque la vida de toda criatura está en la sangre. Yo mismo se la he dado a ustedes sobre el altar, para que hagan propiciación por ustedes mismos. Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.—Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos —Jesús les dijo—.Entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno. Haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.
Como bien saben, el precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto… manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes.
Les rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías.
Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable.
Jn.19:34 Ex.24:8 Lev.17:11 Heb.10:4 Mr.14:24 Heb.9:12 Col.1:20 I P.1:18-20 Ez.36:25 Heb.10:22
En tu nombre se alegrarán todo el día
y se regocijarán en tu justicia.
Ellos dirán de mí: “Sólo en el Señor están la justicia y el poder.”
Todos los que contra él se enfurecieron
ante él comparecerán y quedarán avergonzados.
Pero toda la descendencia de Israel será vindicada y exaltada en el Señor.
¡Alégrense, ustedes los justos; regocíjense en el Señor ¡canten todos ustedes, los rectos de corazón!
Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas… pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús.
Alégrense siempre en el señor. Insisto: ¡Alégrense!
Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso.
Sal.89:16 Is.45:24,25 Sal.32:11 Ro.3:21,22,26 Fil.4:4 I P.1:8
Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.
Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.Sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre.Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar.¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?El celo por tu casa me ha consumido.
Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás,Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza.No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas. Corran, de tal modo que obtengan el premio.
Rom.12:11 Ec.9:10 Col.3:23,24 Ef.6:8 Jn.9:4 Lc.2:49 Jn.2:17 II P1:10 Heb.6:11,12 I Co. 9:24
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! Él es mi protector y mi salvador.
El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía; de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias
.Desde el occidente temerán el nombre del Señor, y desde el oriente respetarán su gloria. Porque vendrá como un torrente caudaloso, impulsado por el soplo del Señor.
Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?» El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?
Como rodean las colinas a Jerusalén, así rodea el Señor a su pueblo, desde ahora y para siempre.
A la sombra de tus alas cantaré porque tú eres mi ayuda.
Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre.
Sal. 59:9 II S.22:2,3 Sal.28:7 Is.59:19 Heb.13:6 Sal.27:1 Sal.125:2; 63:7; 31:3
DIOS LO CONOCE TODO
Dios juzgará los secretos de los hombres mediante Cristo Jesús. No juzguéis antes de tiempo, sino esperad hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de parte de Dios. Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo…y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre. El Hijo de Dios… tiene ojos como llama de fuego. Y dicen: ¿Cómo lo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo? Estas cosas has hecho, y yo he guardado silencio; pensaste que yo era tal como tú; pero te reprenderé, y delante de tus ojos expondré tus delitos . Nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. Señor, todo mi anhelo está delante de ti, y mi suspiro no te es oculto. Examíname, oh SEÑOR, y pruébame; escudriña mi mente y mi corazón. Ro. 2:16 I Co. 4:5 Jn. 5:22,27 Ap. 2:18 Sal. 73:11; 50:21 Lc.12:2 Sal. 38:9; 26:2
CRISTO MURIO Y RESUCITO
Para esto mismo murió Cristo, y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de los que aún viven.
Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor.
Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.
¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?
El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron. Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.
Por tanto, sépalo bien todo Israel que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías.
Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes. Por medio de él ustedes creen en Dios.
Rom.14:9 Is. 53:10,11 Lc. 24,26 II Co.5:14,15 Hch.2:36 I P.1:20,21
EN CRISTO TENEMOS RECONCILIACION CON DIOS
Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados.
Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.
El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la paz y la justicia.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!
¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad?
Sométete a Dios; ponte en paz con él. Así que, mis queridos hermanos… lleven a cabo su salvación con temor y temblor.
Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.
II Co.5:19 Col.1:19,20 Sal.85:10 Jer.29:11 Is.1:18 Mi7:18 Job 22:21 Fil.2:12,13 Is.26:12
Señor, tú estableces la paz en favor nuestro, porque tú eres quien realiza todas nuestras obras.
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca.
¿Hasta cuándo, Señor, me seguirás olvidando? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?¿Hasta cuándo he de estar angustiado y he de sufrir cada día en mi corazón?
No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda.
No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores.
El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva.
No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.
Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza.
Sal.22:11 Sal.13:1,2 Sal.27:9 Sal.91:15 Sal.145:18,19 Jn.14:18 Mt.28:20 Sal.46:1 Sal.62:1,5
EN DIOS SOMOS UNA FAMILIA
La familia entera en el cielo y en la tierra.
Un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.
Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.
Para llevarlo a cab cuando se cumpliera el tiempo: reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra.
Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos.
—Aquí tienen a mi madre y a mis hermanos.-
Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.”
Ví debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio… entonces cada uno de ellos recibió ropas blancas, y se les dijo que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a sufrir el martirio como ellos.
Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor.
Ef.3:15 Ef.4:6 Gal.3:26 Ef.1:10 Heb.2:11 Mt.12:49,50 Jn.20:17 Ap.6:9-11 Heb.11:40
GRANDE ES LA MISERICORDIA DE DIOS
Eres Dios perdonador, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan. De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza NO TEMAS No temeré lo qué me pueda hacer el hombre. DIOS ENSEÑA AL QUE QUIERE APRENDER Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. CON DIOS TODO ES POSIBLE El Señor nuestro Dios Todopoderoso reina. DIOS ESCUCHA NUESTRO CLAMOR Invócame en el día de la angustia: yo te libraré y tú me honrarás. ERES LA LUZ DEL MUNDO Moisés no sabía que, por haberle hablado el Señor, la piel de su rostro resplandecía.. DIOS SE MANIFIESTA
Neh.9:17 II P.3:9 II P.3:15 I Ti.1:16 Ro.15:4 Ro.2:4 Joel 2:13
Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia.
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
No teman a los que matan el cuerpo pero después no pueden hacer más. Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: teman al que, después de dar muerte, tiene poder para echarlos al infierno. Sí, les aseguro que a él deben temerle.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.
Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Hablaré de tus estatutos ante reyes y no seré avergonzado.
Heb.13:6 Ro.8:35,37 Lc.12:4,5 Mt.5:10-12 Hch.20:24 Sal.119:46
Dichosos los humildes.
Me fijé que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes; que tampoco los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía, sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.
Hacia ti dirijo la mirada, hacia ti, cuyo trono está en el cielo. Como dirigen los esclavos la mirada hacia la mano de su amo, como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama, así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios,
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma.
Dios nuestro, ¿acaso no vas a dictar sentencia contra ellos? Nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer! ¡En ti hemos puesto nuestra esperanza!»
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad.
Sal.25:9 Mt.5:5 Ec.9:11 Pr.16:9 Sal.123:1,2 Sal.143:8 II Cr.20:12, Stg.1:5 Jn.16:13
Yo sé bien que tú lo puedes todo.
Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
Dios hace lo que quiere con los poderes celestiales y con los pueblos de la tierra. No hay quien se oponga a su poder ni quien le pida cuentas de sus actos.
No hay quien pueda librar de mi mano. Lo que yo hago, nadie puede desbaratarlo.
Abba, Padre, todo es posible para ti.
¿Creen que puedo sanarlos? —Sí, Señor —le respondieron. Entonces les tocó los ojos y les dijo: —Se hará con ustedes conforme a su fe.
Señor, si quieres, puedes limpiarme —le dijo. Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí quiero —le dijo—. ¡Queda limpio!
Dios Fuerte
Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Éstos confían en sus carros de guerra, aquéllos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.
Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso.
Ap.19:6 Job 42:2 Lc.18:27 Dn. 4:35 Is.43:13 Mr.14:36 Mt.9:28,29 Mt.8:2,3 Is.9:6 Mt.28:18 Sal.20:7 II Cr.32:7
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Porqué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré.
¡El es mi Salvador y mi Dios!
Tú, Señor, escuchas la petición de los indefensos,
les Infundes aliento y atiendes a su clamor.
Tú, Señor eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos
los que te invocan.
Entonces Jacob dijo a su familia…Vámonos a Betel.
Allí construiré un altar al Dios que me socorrió cuando estaba
yo en peligro, y que me ha acompañado en mi camino.
Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Yo amor al Señor porque él escucha mi voz suplicante.
Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida.
Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió
la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción.
Entonces clamé al Señor: “¡Te ruego, Señor que me salves la vida!”
Salmo 50:15 Sal.42:11 Sal.10:17 Sal.86:5 Gn.35:2,3
Sal.103,2 Sal.116:1-4
La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros sino para tu nombre, por causa de tu amor y tu verdad.
Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber?
No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Allí se transfiguró en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz.
Todos los que estaban sentados en el Consejo fijaron la mirada en Esteban y vieron que su rostro se parecía al de un ángel.
Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.
Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.
Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa.
Ex. 34:29 Sal.115:1 Mt.25:37 Fil.2:3 I P.5:5 Mt. 17:2 Hch.6:15 Jn.17:2 II Co.3:18 Mt.5:14,15
Los cielos proclaman la gloria de Dios,
y la expansión anuncia la obra de sus manos.
Desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado.
No dejó de dar testimonio de sí mismo.
Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; no se oye su voz.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?
Hay una gloria del sol, y otra gloria de la luna, y otra gloria de las estrellas; pues una estrella es distinta de otra estrella en gloria. Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible;
Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.
Sal. 19:1 Ro. 1:20 Hch. 14:17 Sal. 19:2,3; 8:3,4 I Co. 15:41,42 Dan. 12:3
Todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.
El SEÑOR da sabiduría, de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia.
Yo os daré palabras y sabiduría que ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni refutar.
Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.
Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.
… los santificados en Dios Padre…
Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual El no se avergüenza de llamarlos hermanos.
¿No lleno yo los cielos y la tierra?–declara el SEÑOR.
La plenitud de aquel que lo llena todo en todo.
Yo, yo soy el SEÑOR, y fuera de mí no hay salvador.
Gracia y paz de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador.
Jn. 5:19 Pr. 2:6 Lc. 21:15 Sal. 27:14 II Co. 12:9 Jud 1:1 Heb. 2:11 Jer. 23:24 Ef. 1:23 Is. 43:11 Jn. 4:42 Tit. 1:4
LOS CAMINOS DE DIOS
SEÑOR, muéstrame tus caminos,
y enséñame tus sendas.
Moisés dijo al SEÑOR: Si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tus caminos para que yo te conozca y halle gracia ante tus ojos. Y El respondió: Mi presencia irá contigo , y yo te daré descanso.
A Moisés dio a conocer sus caminos, y a los hijos de Israel sus obras.
Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino. ¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? El le instruirá en el camino que debe escoger.
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.
Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.
Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.
Sal. 25:4 Ex. 33:12-14 Sal. 103:7; 25:9,12 Pr. 3:5,6 Sal. 16:11; 32:8 Pr. 4:18
DIOS PERDONA
El hombre soltará en el desierto al macho cabrío, y éste se llevará a tierra árida todas las iniquidades.
Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.
El arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.
¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito?
Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
El cargará con las iniquidades de ellos. Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.
¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Lev. 16:22 Sal.103:12 Jer. 50:20 Mi. 7:19,18 Is. 53:6 Is. 53:11,12 Jn. 1:29
VIVIENDO PARA DIOS
El fruto del Espíritu es dominio propio Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado. Gal. 5:23 I Co. 9 :25-27 Ef. 5:18 Mt. 16:24 I Ts. 5:6-8 Tit. 2:12,13 GRANDE ES EL AMOR DE DIOS Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados. DIOS ESTA CERCA AL CONTRITO DE CORAZON Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios.
No debemos, pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio. Los que duermen, de noche duermen, y los que se emborrachan, de noche se emborrachan. Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación
Fuerte es el amor, como la muerte, Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo.
Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia
…ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Ap. 1:5 Cant. 8:6,7 Jn. 15:13 I P. 2:24 Ef.1:7 I Co. 6:11 I P.2:9 Ro.12:1
Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.
El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.
El Señor es excelso, pero toma en cuenta a los humildes y mira de lejos a los orgullosos.
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo.
Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.» Así que sométanse a Dios.
Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan.
Presta oído, Señor, a mi oración; atiende a la voz de mi clamor. En el día de mi angustia te invoco, porque tú me respondes.
Dn.10:12 Is.57:15 Sal.51:17 Sal.138:6 I P.5:6 Stg.4:6,7 Sal.86:5-7
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