martes, 14 de diciembre de 2010

Poned gloria en su alabanza.

 Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará. Los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí, y perdonaré todas sus iniquidades con que contra mí pecaron y contra mí se rebelaron. Me será por nombre de gozo, de alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Te alabaré, Jehová, Dios mío, con todo mi corazón y glorificaré tu nombre para siempre, porque tu misericordia es grande para conmigo y has librado mi alma de las profundidades del seol. ¿Quién como tú, Jehová,? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso.

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