La Delegación del Gobierno no garantiza la seguridad
MADRID, miércoles, 1 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Grupos radicales han impedido al cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, pronunciar una conferencia en la Universidad Autónoma. El purpurado resolvió cancelar este acto al advertir el Gobierno español que no podía garantizar su seguridad.
Si bien el arzobispado de Madrid no ha publicado ningún comunicado, Análisis Digital, publicación editada por la Fundación García Morente, impulsada por ese arzobispado, recuerda en un editorial que la ponencia del presidente de la Conferencia Episcopal Española estaba enmarca en los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud, "que concentrará en Madrid a más de dos millones de jóvenes de todo el mundo".
"El acto no ha podido celebrarse por las amenazas de grupos antisistema que habían anunciado su propósito de impedirlo por la violencia", sigue diciendo.
"En consecuencia, los universitarios no podrán escuchar la voz del cardenal-arzobispo de Madrid que les iba a hablar del 'Dios desconocido' para los españoles de nuestro tiempo, como ya hizo San Pablo en el areópago de Atenas".
"La diferencia está en que mientras San Pablo pudo hablar hace dos mil años del 'Dios desconocido' con toda libertad, ahora todo un sistema democrático se ha rendido ante la amenaza de una acción violenta, negándose a garantizar la libertad y el orden en el campus universitario", sigue explicando Análisis Digital.
Según la publicación digital, "nos encontramos ante una flagrante dejación de funciones por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid que se ha negado a defender las libertades garantizadas por la Constitución, en connivencia con las autoridades académicas que organizaban el acto y que tampoco han hecho nada por defender a sus propios alumnos".
Según la publicación digital, "nos encontramos ante una flagrante dejación de funciones por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid que se ha negado a defender las libertades garantizadas por la Constitución, en connivencia con las autoridades académicas que organizaban el acto y que tampoco han hecho nada por defender a sus propios alumnos".
Según la publicación, "lo ocurrido es una nueva muestra del paradigma cultural que trata de imponer el laicismo agresivo: tolerante con la intolerancia de los violentos e implacable con la mordaza a toda voz que recuerde a Dios y el sentido de la existencia del hombre. Con la paradoja añadida de que la libertad y la verdad molesten allí donde el conocimiento debiera tener su asiento, en la Universidad".
Por su parte, el Observatorio Antidifamación Religiosa ha hecho público un comunicado en el que lamenta que en España no se garantice suficientemente la libertad religiosa.
"Es un episodio deplorable el hecho de que en un país que se llama democrático un ciudadano no pueda acudir por motivos de seguridad a donde le hayan invitado a pronunciar una conferencia sobre un tema como hablar de Dios", afirma.
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