martes, 19 de octubre de 2010

TU DICES YO TE AMO?

Es para leer, ok!!!
Lea atentamente...
No hay que comentar.
Estoy aún reflexionando...                          
En tu sensibilidad...


Dos hermanitos jugaban bolitas en frente de la casa. Cuando Julio, el más pequeño le dice a su hermano Ricardo:
 - Mi querido hermano, yo te amo mucho  y nunca me quiero separar de ti!
Ricardo, no le da mucha importancia a lo que Julio le dijo y más bien le pregunta:
 - Y a tí que te pasa? Por qué hablas de esas cosas de amar? Quieres callarte la boca y continuar jugando?
Y los dos continuaron jugando la tarde entera hasta el anochecer.
En la noche, el señor Manuel, padre de los dos niños, llegó del trabajo.
Estaba exhausto y muy malhumorado, pues no había conseguido cerrar un negocio importante...
Al entrar, Manuel miró a Julio, que sonrió a su padre y le dice:
- Hola Papi, yo te amo mucho y no quiero nunca separarme de ti!
Manuel, no sale de su mal humor y stress, y le dice:
- Julio, estoy exhausto y nervioso. Entonces, por favor, no me vengas con bestialidades!
  Con las palabras ásperas del padre, Julio quedó triste y se fue a llorar a un rincón de su cuarto.
Doña Joana, madre de los niños, sintiendo la falta del hijo, fue a buscarlo por la casa, hasta que lo encontró en el rincón de su cuarto con los ojitos llenos de lágrimas.
Doña Joana, comenzó a secar las lágrimas del hijo y le preguntó:
- Que pasa Julio? Por qué lloras?
Julio miró a su madre, con una expresión triste y le dice:
Mamita, yo te amo mucho y no quiero separarme nunca de ti!
Dona Joana sonrió a su hijo, y le dice:
Mi amado hijo estaremos siempre juntos!
Julio sonrió, dio un beso a su mamá y se fue a dormir.
En el cuarto del matrimonio, ambos se preparaban para acostarse,  y Doña Joana pregunta a su marido:
Julio está muy extraño hoy, no crees?
Manuel, muy estresado por el trabajo, le dice a su esposa:
Ese chico sólo está queriendo llamar la atención...
Acuéstate y duerme mujer!
Entonces, todos se recogieron a dormir tranquilos.
A las dos  de la mañana, Julio se levanta y va al cuarto de su hermano Ricardo y se queda observándolo dormir...
Ricardo, incómodo con la claridad, se despierta y grita a Julio:
- Estás loco.  Apaga esa luz y déjame dormir!
Julio, en silencio, obedeció a su hermano, apagó la luz y se dirigió al cuarto de sus padres...Llegando allá, encendió la luz y se quedó observando a su padre y a su madre dormir.  El señor Manuel despertó y preguntó a su hijo: Qué te sucede Julio? 
Julio, en silencio, sólo balanceó la cabeza en señal negativa, respondiendo al padre que no ocurría nada.                                          
De ahí el señor Manuel, irritado, preguntó a Julio:
Entonces, que sucede criatura? Julio continuo en silencio. Manuel, ya muy irritado, grito a Julio:
Ya, ve a dormir!
Julio apagó la luz del cuarto, se dirigió a su cuarto y se acostó.  A la mañana siguiente todos se levantaron temprano. El señor Manuel iría  a trabajar, doña Joana llevaría a Ricardo y a Julio a la escuela... Pero Julio no se levantaba.
 Entonces, el señor Manuel, que ya estaba muy irritado con Julio, entra bufando al cuarto del niño y grita:                                                                                                                                                                                                Levántate bandido vagabundo!!! Pero Julio no se movió.
 Entonces, Manuel avanza hacia el niño y tira con fuerza el cobertor del pequeño con un brazo recto y levantado, listo para darle un golpe, cuando percibe que Julio estaba con los ojos cerrados y muy pálido.
Manuel, asustado, colocó la mano sobre el rostro de Julio y pudo notar que su hijo estaba helado. Desesperado,   grito, llamando a su esposa y a su hijo Ricardo, para que vieran que había pasado con Julio...  
  Julio estaba muerto y sin ningún motivo aparente. Doña Joana, desesperada, abrazó a su hijo y no podía ni respirar de tanto llorar. Ricardo, desconsolado, tomó firme la mano del hermano y sólo tenía fuerzas para llorar también. Manuel, con desesperación, y con los ojos llenos de lágrimas, percibió que había un papelito doblado en las pequeñas manos de Julio. Tomó el pequeño pedazo de papel y había algo escrito con la letra de Julio:
- Ricardo, no te avergüences de amar a tu hermano.
- Mamá, eres la mejor mamá del mundo.
- Papito, sé que tienes mucho trabajo pero yo solamente quiero que dediques un tiempo para la familia.
- Sin embargo, y sobre todas las cosas, yo los amo a ustedes!!!!
REENVÍALO TAMBIÉN A TODOS LOS QUE AMAS."
Para asegurarte, usa la cabeza; Para asegurar los amigos, usa el corazón.                                               Aquél que pierde un amigo, pierde mucho más.                                                                                      Aquél que pierde la fé, pierde todo.

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