Soy la Resurreción y la Vida.
Estoy presente, El Espíritu del Padre se hace presente, Su voz será escuchada:
Misericordia!, Misericordia!, Misericordia!
Pidan Misericordia, amados hijos!, Misericordia, queridos hermanos!, Misericordia para todos!
Abran su corazón! Ustedes están en el camino, y así como han abierto humildemente su corazón, pidan para que la humanidad abra su corazón. Estoy llegando a muchos canales, Mi voz será escuchada. Estoy llegando a muchos hijos de esta tierra.
La Salvación será para los corazones abiertos, La Salvación de declararse hijos de Mi Padre.
Pidan Misericordia!
Hagan largas oraciones con El Padre!, porque la hora está llegando.
Pobre los alejados del Padre! Pobre esos hermanos que no abrieron su Corazón!, todo lo han hecho con su mente, pueden desaparecer por ello.
Pidan al Padre que la Luz se encienda en todos los corazones.
Ay Querida humanidad! Ay Amada humanidad! El Padre está aquí,
Benditos los que escuchan Mi Palabra
Benditos los que Me alaban,
Benditos los que creen,
Benditos los humildes de corazón,
Benditos los hijos, porque ellos serán Salvos,
porque por ello, mis queridos hermanos, que su vida sea de continua oración, que su vida sea un Padre Nuestro cada día
y cuando ustedes pidan, Yo también estaré pidiendo con ustedes, y seremos tres los que pidan, Yo, ustedes y La Madre; por ello, arrodíllense en su casa y seremos tres los que estamos pidiendo.
No duden de Mi Palabra, No duden de su oración, No duden de su oración y su Fé.
Amados hijos, les doy una bendición para ustedes, para sus hijos, para nuestros hermanos, para su comunidad.
Padre Nuestro que estás en el cielo,
Santificado sea Tu Nombre,
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase Tu Voluntad,
aquí en la tierra como en el cielo,
Danos hoy nuestro pan de cada día,
Perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal
Amén
Así en cada momento. Pidan al Padre la oración más poderosa
que Yo Jesús, les enseñé.
Cuando estén orando, Yo Jesús y millones de ángeles,
estaremos orando la oración más poderosa
que Yo les enseñé
Amén
Amada humanidad, les pido que lean Mis Palabras,
que crean en Mis Mensajes, que Yo Jesús,
les estoy haciendo llegar por estos humildes canales.
Estos humildes Mensajes, son humildes palabras
que El Padre les envía para su Salvación,
para que llegue hasta los más humildes.
Simplemente abran su corazón hacia Mí,
y Mi Luz estará en los Mensajes,
y así comprenderán La Palabra del Padre.
Amada humanidad, los Amo y Bendigo
Misericordia!, Misericordia!, Misericordia!
Pidan Misericordia, amados hijos!, Misericordia, queridos hermanos!, Misericordia para todos!
Abran su corazón! Ustedes están en el camino, y así como han abierto humildemente su corazón, pidan para que la humanidad abra su corazón. Estoy llegando a muchos canales, Mi voz será escuchada. Estoy llegando a muchos hijos de esta tierra.
La Salvación será para los corazones abiertos, La Salvación de declararse hijos de Mi Padre.
Pidan Misericordia!
Hagan largas oraciones con El Padre!, porque la hora está llegando.
Pobre los alejados del Padre! Pobre esos hermanos que no abrieron su Corazón!, todo lo han hecho con su mente, pueden desaparecer por ello.
Pidan al Padre que la Luz se encienda en todos los corazones.
Ay Querida humanidad! Ay Amada humanidad! El Padre está aquí,
Benditos los que escuchan Mi Palabra
Benditos los que Me alaban,
Benditos los que creen,
Benditos los humildes de corazón,
Benditos los hijos, porque ellos serán Salvos,
porque por ello, mis queridos hermanos, que su vida sea de continua oración, que su vida sea un Padre Nuestro cada día
y cuando ustedes pidan, Yo también estaré pidiendo con ustedes, y seremos tres los que pidan, Yo, ustedes y La Madre; por ello, arrodíllense en su casa y seremos tres los que estamos pidiendo.
No duden de Mi Palabra, No duden de su oración, No duden de su oración y su Fé.
Amados hijos, les doy una bendición para ustedes, para sus hijos, para nuestros hermanos, para su comunidad.
Padre Nuestro que estás en el cielo,
Santificado sea Tu Nombre,
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase Tu Voluntad,
aquí en la tierra como en el cielo,
Danos hoy nuestro pan de cada día,
Perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal
Amén
Así en cada momento. Pidan al Padre la oración más poderosa
que Yo Jesús, les enseñé.
Cuando estén orando, Yo Jesús y millones de ángeles,
estaremos orando la oración más poderosa
que Yo les enseñé
Amén
Amada humanidad, les pido que lean Mis Palabras,
que crean en Mis Mensajes, que Yo Jesús,
les estoy haciendo llegar por estos humildes canales.
Estos humildes Mensajes, son humildes palabras
que El Padre les envía para su Salvación,
para que llegue hasta los más humildes.
Simplemente abran su corazón hacia Mí,
y Mi Luz estará en los Mensajes,
y así comprenderán La Palabra del Padre.
Amada humanidad, los Amo y Bendigo
ORACION
DIOS MIO, ME ARREPIENTO CON TODO MI CORAZON Y CON TODA MI ALMA, DE TODOS MIS PECADOS, PORQUE HE PECADO MUCHO DE PENSAMIENTO, PALABRA, OBRA Y OMISION. POR ELLOS TE HE OFENDIDO A TÍ, MI SEÑOR, INFINITAMENTE BUENO Y DIGNO DE SER AMADO SOBRE TODAS LAS COSAS. CON TU AYUDA, PROPONGO FIRMEMENTE CONFESARLOS, CUMPLIR PENITENCIA Y HUIR DE TODAS LAS OCASIONES DE PECADO.
SEÑOR, MISERICORDIA, PERDONAME.
SEÑOR, MISERICORDIA, PERDONAME.
Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con tu Amor, haznos sentir la presencia de Dios en nuestras vidas y ayúdanos a seguir el camino de Jesús. Rodéanos con tu luz y llénanos de Fe, Esperanza y Amor. Danos fuerzas, para verte en los que sufren, en los pueblos marginados, en los que aún estando alejados de Dios, son su imagen, en los que nos aman y en los que nos dañan. y en este mundo que intenta borrar la imagen de Dios,envíanos tu luz, para que con ella, se ilumine nuestra alma y lleguemos a conocer la verdad.
Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, / mi alma está sedienta de ti; / mi carne tiene ansia de ti, / como tierra reseca, agostada, sin agua. R. ¡Cómo te contemplaba en el santuario / viendo tu fuerza y tu gloria! / Tu gracia vale más que la vida, / te alabarán mis labios. R. Toda mi vida te bendeciré / y alzaré las manos invocándote. / Me saciaré como de enjundia y de manteca, / y mis labios te alabarán jubilosos. R.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, / mi alma está sedienta de ti; / mi carne tiene ansia de ti, / como tierra reseca, agostada, sin agua. R. ¡Cómo te contemplaba en el santuario / viendo tu fuerza y tu gloria! / Tu gracia vale más que la vida, / te alabarán mis labios. R. Toda mi vida te bendeciré / y alzaré las manos invocándote. / Me saciaré como de enjundia y de manteca, / y mis labios te alabarán jubilosos. R.
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